Debate sobre teología en América Latina

18.04.2013 05:24

En nuestra América India: “La religión católica continúa teniendo incidencia en la sociedad, en especial a través de los medios de comunicación. Si el Presidente no va al tedeum se escandalizan y es la noticia del día. De forma precisa, estos eventos muestran en el imaginario colectivo que Bolivia ya no es más católica oficialmente hablando, sino que existen diferentes culturas, y se debe hablar de una cultura interreligiosa, intereclesial. Es decir, donde no exista una suerte de iglesias o religiones oficiales frente a otras subalternas,


Las paradojas de los emigrantes y la religión.- En una investigación en Europa, principalmente en España, Juvenal Quispe destaca que en ese país sus habitantes son “inyectados de una mística, un fervor religioso católico costumbrista, gracias a los migrantes bolivianos.                                                                                                                                                    “Los bolivianos, por ejemplo, se fueron a España con su virgen de Urkupiña y hacen grandes fiestas y los españoles dicen quiénes son estos indios con estas fiestas, y los bolivianos responden: Vuestros abuelos llevaron la imagen de la virgen hacia Bolivia y los bolivianos la trajeron con una fe revestida”, cuenta Quispe.                            El fervor que llevan consigo hace como si la fe católica, a través de su religión, cobrará fuerza en iglesias que son en algunos casos “grandes museos” por la ausencia de  gente europea.                                                                                                                                                                                          “Hay una suerte de vaciamiento existencial porque ya no hay creyentes, y en ese momento llegan los inmigrantes a llenar ese vacío en las iglesias”, sostuvo Quispe.


Europa, sociedad de viejos.- “En Europa casi ya no hay jóvenes, es una sociedad altamente envejecida y tienen que agradecer que en buena medida incrementan su nivel demográfico con la migración de latinos”, relata Juvenal Quispe en su estudio a la sociedad europea.                                                                                                          “En el fondo es el deseo al confort o a la comodidad plena. Hay hombres y mujeres que nunca se han casado y no tienen hijos y el argumento de ellos es que ‘nunca tuve hijos porque quise viajar, disfrutar de mi profesión, quise vivir la vida’, y la consecuencia es que no tienen jóvenes y por más que el Estado promueva o pague para que tengan hijos, simplemente no los tienen porque ello implica renunciar a la vida pública y espacios de diversión social”, explicó Quispe.                                                                                                                                                                                                                  En el caso de España, el promedio de la natalidad hasta antes de que lleguen los emigrantes estaba 1,2 más o menos. España era el país más bajo en natalidad a escala de la Unión Europea (un hijo por familia).