Sobre la Educación Oficial Latinoamericana
Decían nuestros sabios, en Educación Comunitaria, debemos enseñar y aprender para aprovechar todas las diversas oportunidades que nos brinda la Pachamama (Madre Naturaleza),
En cambio la "Educación Oficial Latinoamericana" pretende domesticar al alumno para que sea funcional a la dictadura pedagógica occidental. Por lo tanto es cuestionable la enseñanza oficial. Lo único que está claro es que, si alguien quiere aprender, aprenderá –porque el artista, el genio, el conductor político nace, no se hace–.
Un maestro sólo es una persona que facilita, que coloca cosas delante de la gente y muestra cuán emocionantes y maravillosas son, las cosas que propone, incitando a probarlas. Eso es lo único que se puede hacer en una sociedad pluricultural. Nadie puede obligar a otro a probar lo que no quiere. Ningún maestro le ha enseñado nada a nadie. El hombre aprende solo. Si tomamos la palabra “educador”, vemos que proviene del latín educare, que significa guiar, conducir.
Salirse de los encasillamientos, buscar la libertad fuera de las normas vigentes, esa es la cuestión. “ver lo maravilloso que es la vida. Saber que la vida es un banquete; pero la mayoría de nosotros, pobres tontos, nos estamos muriendo de hambre”.
La Educación Comunitaria es dejar vivir, amar a los niños y luego aprender con ellos: Los planes de educación de los actuales Estados latinoamericanos no sirven porque no ayudan a los maestros a desprenderse de su rol y convertirse en seres humanos, para comprender que solamente son guías. En la medida en que reconozcan esto tendrán éxito frente al aula ya que un niño es capaz de reconocer un guía.
Lamentablemente, el fundamento de nuestro sistema educativo es convertir a todos iguales a los demás. Y cuando lo logramos nos consideramos muy afortunados. No pensamos en la singularidad del alumno, sino saber si hemos logrado someter a ese alumno, y en la mediad que hable como un loro habremos tenido éxito como maestro.
Para tener una idea, de lo que estamos diciendo:
“ Un conejo, un pájaro, un pez, una ardilla, un pato, etc.., se reunieron para fundar un colegio y se sentaron a redactar el programa de estudios. El conejo quiso que en el programa se incluyera la carrera. El pájaro quiso que se incluyera la técnica de volar. El pez la natación. La ardilla insistió en que debería agregarse el modo de trepar a los árboles en forma perpendicular. Los demás animales también quisieron incluir su especialidad en el programa, de modo que anotaron todo y cometieron el glorioso error de exigir que todos los animales cursasen la totalidad de las materias. El conejo era excelente en carrera; nadie corría tan bien como él, pero le exigieron que aprendiera a volar como conveniente disciplina intelectual y emocional. Lo subieron entonces a un árbol y le ordenaron: “¡Vuela conejo!” y el pobrecito se lanzó, se quebró una pata y se fracturó el cráneo. Quedó con una lesión cerebral y ya no pudo correr bien, de manera que en vez de obtener la máxima calificación en carrera, obtuvo una inferior, y sacó la mínima en vuelo puesto que estaba aprendiendo. Y el consejo de estudios estaba feliz. Lo mismo le sucedió al pájaro. Era capaz de volar por todas partes, dar volteretas, y sacaba las notas más altas, hasta que le pidieron que cavara hoyos en la tierra como un topo. Por supuesto que se quebró las alas y el pico, y no pudo volar más, pero sus maestros se contentaron con bajarle la calificación en vuelo, y así sucesivamente. ¿Y saben quién fue el alumno que dijo el discurso de despedida en la graduación? Una anguila retardada mental porque podía hacer todo relativamente bien. El búho abandono los estudios y ahora vota en contra de todos los impuestos que quieran implantarse para promover la educación