Una comunidad organizada como sistema de Salud y Prevención
Definir la medicina de los pueblos del TAWAINTIJSULLUM (Tawantinsuyu) para el conocimiento occidental, encierra de por si aspectos difíciles. Porque para occidente está liga do al concepto dfundamental de "Curar", es decir, reparar la salud dañada. Para el hombre andino, la medicina es esencialmente preventiva y la salud tiene como pilar fundamental el hábitat equilibrado y armonioso, basado en una comunidad sin diferencias sociales ni económicas, donde el hombre nutre su cuerpo con alimentos que además de proteínas, previene desequilibrios físicos y psíquicos destacando el consumo de la sagrada hoja de coca, que está considerada como la planta de mayor riqueza vitamínica y mineral, que además en el caso del hombre andino, permite el encuentro con los ancestros.
Los grandes alcance que logró la cultura andina en éste rubro, antes de la invasión española, estuvieron por encima de los conocimientos europeos, no solamente en lo que respecta a la medicina preventiva ya descripto, sino también en la curativa, especialmente la cirugía, como pasaremos a recordar brevemente advirtiendo que todo el conocimiento está ligado a un discurso ideológico cósmico de donde viene el principio (la Pak’arina), cuyos practicantes o sabios llamados Amauta-jampiris (Maestros de la medicina) estaban divididos en cuatro especialidades: Medico herbolario, médico cirujano, médico fisioterapeuta y médico espiritual. Estos verdaderos maestros de la salud se formaban en el seno de sus comunidades, después de una serie de requisitos en grandes centros de especialización. La cirugía de trepanación de cráneos es la que más llamó la atención del mundo occidental y aún hoy es enigmática por haberse perdido los conocimientos de la práctica, por acción de la invasión y la santa inquisición. En las trepanaciones se utilizaban dos técnicas, una conocida como circular y la otra por orificio cilíndrico-cónico, llamada también por barrenamiento. Ambas demuestran gran destreza quirúrgica, pues por las cauterizaciones, indican que hubo una gran tradición, que también está presente en la comprobación de que se efectuaban extracciones dentarias, por haberse encontrado 329 alveolos de piezas dentarias faltantes completamente, rellenadas de tejido óseo neoformado en Cuzco Perú. Por todas estas razones expuestas, podemos afirmar, que los descubrimientos que alcanzó la medicina natural andina son asombrosas, como por ejemplo el uso de la penicilina y la terramicina eran corrientes y se obtenían del fermento o moho de la banana verde, del maíz y otros vegetales. Creaban hongos que eran recogidos con sumo cuidado para formar pomadas contra las heridas cancerosas. La terramicina fue un remedio empleado para tratamientos de artritis reumáticas, gota varicosis y muchas enfermedades renales. Podríamos seguir dando detalles sobre los grandes conocimientos anatómicos que en su estructura interna y extrema llegó la medicina andina. Lamentablemente, el proceso de la ciencia de curar en el antiguo mundo andino fue bruscamente detenido por la invasión española-católica. Mientras los médicos andinos poseían altos conocimientos de medicina general, cirugía, neurología, odontología, circulación de la sangre, etc. En Europa de la misma época se quemaban vivo a los científicos (En 1533, Miguel Cervat, médico español fue quema do vivo por descubrir el flujo de la circulación sanguínea).
(Por: Juan Olarte-Revista SAYARINA)